Un parto natural es algo más que un parto no intervenido, en el que manda el ritmo fisiológico de la mujer y su bebé. Saber cómo favorecer el parto natural y llevarlo a la práctica es igualmente importante para que se produzca en las condiciones óptimas. Intimidad, respeto, seguridad, libertad de movimiento y un entorno agradable son aspectos determinantes.

¿A qué llamamos parto natural?

En primer lugar, tal y como comentamos en otro artículo, es necesario recalcar la diferencia entre dar a luz vaginalmente o tener un parto natural.

Como explicamos, un parto natural siempre es un parto vaginal. 

Sin embargo, se puede tener un parto vaginal sin que éste se produzca de manera natural, ya sea porque a la mujer se le aplique la anestesia epidural, se le realice una episiotomía, o por cualquier otra práctica . De hecho, existen distintos procedimientos o tipos de parto vaginal.

De modo que a una mujer que, por ejemplo, se le induce el parto mediante oxitocina sintética, ha tenido un parto vaginal, sí, pero no un parto natural. 

Se considera un parto natural cuando se deja que la naturaleza siga su curso. El parto se inicia de forma espontánea, no se utilizan medios externos para controlarlo y finaliza con el nacimiento del bebé sin ninguna intervención.

Esto no significa, por supuesto, que la mujer no se encuentre asistida por personal sanitario vigilando que el parto transcurra sin complicaciones. Si el parto va bien sólo será necesaria la ayuda y apoyo de la matrona. Por ello se puede decir que durante el parto natural la ciencia está a disposición de la mujer y su bebé por si fuese necesaria.

Cuando mediante el uso de la ciencia los profesionales toman las riendas del proceso del parto sin que exista necesidad médica que lo justifique.   

Por contra al parto natural, un parto medicalizado o intervenido supone una intromisión externa mediante la utilización de una o varias técnicas. Cómo aplicar analgesia epidural, realizar una episiotomía, el uso de fórceps e incluso colocar a la mujer en posición de litotomía (boca arriba con las piernas en alto), etc.

El parto natural es el modelo asistencial recomendado para los partos de bajo riesgo.

El parto natural comienza de forma espontánea, deja que la naturaleza siga su curso respetando el ritmo fisiológico de la mujer, transcurre sin intervención médica e instrumental, y finaliza con el nacimiento del bebé. Es la forma de dar a luz recomendada por la OMS y otras instituciones sanitarias en los partos de bajo riesgo.

Además, para que sea un parto natural o respetado, también son necesarias una serie de condiciones que vamos a ver a continuación.

Condiciones necesarias para favorecer un parto natural

Deben proporcionarse los recursos y atenciones adecuadas durante todas las fases del parto. De modo que para que un parto natural respetado se lleve a cabo en las condiciones óptimas deben tenerse en cuenta otros factores.

Para favorecer el parto natural es requisito imprescindible adaptar el proceso de la forma que más cómoda le resulte a la mujer embarazada. Por tanto, es fundamental:

• Preparación Física y Emocional : La preparación para un parto natural comienza mucho antes del inicio del trabajo de parto. Las futuras madres pueden beneficiarse de clases de preparación al parto que enseñan técnicas de respiración, relajación y posiciones de parto. La preparación emocional también juega un papel crucial. Las técnicas de mindfulness y meditación pueden ayudar a gestionar el estrés y fomentar una actitud positiva hacia el parto.
• Asegurar un entorno íntimo para la mujer y su acompañante. Para ello hay que evitar las interrupciones con el trasiego de personal sanitario. Si todo va bien, sólo es necesaria la presencia de la matrona para aportar seguridad y confianza, y del obstetra cuando se requiera.
• Un ambiente tranquilo y familiar puede facilitar un parto natural. Muchas mujeres prefieren parir en un entorno hogareño o en centros de parto con una atmósfera relajada y menos clínica. La posibilidad de moverse libremente, cambiar de posición y utilizar métodos de alivio del dolor naturales como el agua caliente o las compresas pueden contribuir a un parto más cómodo y natural.
• Contar con un espacio cálido y seguro que facilite la libertad de movimiento. Es importante que la mujer disponga de lianas, balón de pilates y silla de parto. Así como una bañera de parto natural para facilitar la dilatación y dar a luz en el agua si así lo quiere. 
• Proporcionar métodos alternativos para aliviar el dolor de las contracciones. Como los masajes relajantes, las técnicas de relajación y respiración, o las ya mencionadas pelotas de pilates y las bañeras de dilatación. La libertad de movimiento también es un recurso imprescindible para disminuir o aliviar el dolor.
• Nutrición y Hidratación: Mantener una nutrición adecuada y una buena hidratación es crucial durante el embarazo y el trabajo de parto. Una dieta equilibrada rica en nutrientes apoya la energía y la resistencia necesarias para el parto, mientras que mantenerse hidratada es esencial para la salud general y el bienestar durante el proceso de parto.

Puedes conocer más detalles en el PDF Recomendaciones de la OMS, Para los cuidados durante el parto, para una experiencia de parto positiva.

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Tienes a tu disposición un espacio cálido y seguro en el que encontrarás diferentes alternativas para el alivio del dolor. Como la bañera de parto natural, donde tienes la posibilidad de favorecer la dilatación y tener tu parto en el agua.

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Las 4 ventajas de tener un parto natural

• Recuperación Más Rápida: Una de las ventajas más notables del parto natural es que generalmente conlleva un período de recuperación más corto y menos complicado en comparación con un parto por cesárea. Las mujeres que tienen un parto vaginal suelen poder moverse con mayor libertad y retomar sus actividades normales más rápidamente. Esto se debe en parte a la ausencia de una incisión quirúrgica mayor, lo que reduce el riesgo de complicaciones postoperatorias como infecciones o hemorragias.

• Beneficios Inmediatos para el Bebé: Durante el parto natural, el proceso de pasar por el canal de parto ayuda a eliminar líquido de los pulmones del bebé, lo que es beneficioso para la respiración postnatal. Además, el contacto piel con piel inmediato que suele suceder tras un parto natural fomenta un vínculo temprano entre la madre y el bebé, y puede facilitar el inicio exitoso de la lactancia materna.

• Menor Intervención Médica: El parto natural tiende a involucrar menos intervenciones médicas, como la administración de anestesia epidural o cesáreas. Esto reduce el riesgo de ciertas complicaciones asociadas con estas intervenciones, como reacciones a los medicamentos o complicaciones quirúrgicas. Además, evita los efectos secundarios potenciales de la anestesia tanto en la madre como en el bebé.

• Experiencia Empoderadora: Muchas mujeres consideran el parto natural como una experiencia profundamente empoderadora y satisfactoria. Poder dar a luz activamente y sentir cada etapa del proceso puede proporcionar un fuerte sentido de logro y fortaleza. Además, la capacidad de estar más consciente y presente durante el parto puede mejorar la experiencia emocional del nacimiento para algunas mujeres.

Es importante destacar que la elección entre un parto natural es profundamente personal y debe basarse en las necesidades individuales y, en última instancia, en la recomendación de un profesional médico calificado.

Cada método de parto tiene sus propias ventajas y desventajas, y lo más importante es encontrar el camino que sea más seguro y cómodo para la madre y el bebé.