La fertilidad se reduce con el paso de los años tanto en la mujer como en el hombre, por lo que conseguir el embarazo y ser madre a partir de los 40 puede resultar más complicado. No obstante, si tu salud es buena y llevas los cuidados adecuados el embarazo puede llegar a término en la mayoría de los casos. Te contamos qué hay de verdad y de mito sobre el embarazo y la maternidad a partir de la cuarentena.

Si bien es cierto que a partir de los 35 años las posibilidades de quedarse embarazada de forma natural disminuyen, esto no significa que sea imposible. De hecho, en la actualidad, aproximadamente un 10% de las mujeres que deciden ser madres tienen 40 años o más, una tendencia va en aumento en la última década.

Vamos a ver las realidades y desgranar los mitos más comunes sobre lo que se suele decir del embarazo y ser madre a partir de los 40 con las matizaciones oportunas.

Disminuye la fertilidad y existe mayor riesgo de aborto espontáneo

A partir de los 40 años el porcentaje de fecundación por ciclo menstrual no supera el 8% y el riesgo de aborto espontáneo es más alto, por lo que las probabilidades de embarazo se reducen considerablemente.

La fertilidad de la mujer disminuye progresivamente a medida que aumenta la edad debido a que la reserva de óvulos se va agotando. Además, con la edad no sólo se ve afectada la cantidad, sino también la calidad de los ovocitos, principalmente debido a un aumento de las alteraciones cromosómicas. 

En cuato a la posibilidad de aborto, también es más elevada. Sin embargo, a partir de la semana 12, como con cualquier otro embarazo a edades más tempranas, el riesgo de aborto es mínimo. 

Mayor riesgo de complicaciones en el embarazo

Las complicaciones que pueden aparecer en las mujeres con embarazos tardíos no son distintas a las que pueden sufrir las gestantes más jóvenes. Lo que sucede es que son más frecuentes y pueden tener un mayor riesgo debido a la carga fisiológica que supone el embarazo para el organismo, especialmente a partir de los 45 años. 

La tasa de complicaciones obstétricas es mayor, aunque el riesgo depende de otros factores que presente la mujer, como obesidad, hipertensión o diabetes. A medida que aumenta la edad, también lo hace el riesgo de desarrollar diabetes gestacional, hipertensión, placenta previa o parto prematuro. Por eso la recomendación es llevar el embarazo bajo una mayor supervisión especializada si tienes más de 40 años.

En cualquier caso no tiene por qué ser más arriesgado ser madre a partir de los 40. Con unos controles adecuados y si el estado de salud de la madre es bueno, los problemas maternos o fetales son poco frecuentes.

Tampoco es necesario ir antes al hospital si el embarazo evoluciona sin complicaciones asociadas. La recomendación es ir cuando se rompa la bolsa de aguas o se tengan contracciones regulares dolorosas durante una hora. Si existen circunstancias especiales se deben seguir las indicaciones médicas.

Hay más riesgo de alteraciones cromosómicas o genéticas

Es cierto que hay mayor riesgo de que el bebé tenga síndrome de Down o presente otras alteraciones cromosómicas. 

El riesgo de alteraciones cromosómicas aumenta con la edad, por eso es imprescindible hacerse las pruebas de diagnóstico prenatal.

Los partos acaban siempre en cesárea

Si la mujer tiene más de 40 años no hay ningún impedimento de antemano que le impida ser madre mediante un parto natural. Es decir, que la edad a priori no supone un límite para tener un parto natural. 

No obstante es cierto que hay más posibilidades de que se practique una cesárea porque con frecuencia el parto transcurre de forma más lenta. Esto se debe a que los tejidos son menos elásticos y por tanto hay una peor dinámica uterina. 

Sin embargo, no se puede dar por hecho que será necesaria una cesárea sólo por la edad. Si es o no conveniente realizar una cesárea dependerá de los riesgos neonatales y maternos que son los que determinan su necesidad. 

La recuperación del parto es más difícil

El estado de salud antes y durante el embarazo, así como el tipo de parto influyen en la recuperación posparto. También está la falta de sueño y de tiempo, que son dos hándicaps para una pronta recuperación que puede que con la edad cueste un poco más. 

Aun así, la edad tampoco tiene por qué ser un impedimento para la recuperación si se tomaron las medidas adecuadas. Es decir, cuidarse y hacer ejercicio regularmente durante el embarazo, una buena alimentación y ganar solo el peso recomendable favorecen tanto el embarazo como la recuperación posparto.   

La edad del padre también influye

La edad influye igualmente en la calidad de los espermatozoides. A partir de la cuarentena también disminuye la fertilidad de los hombres, con un menor volumen del eyaculado y menor movilidad en los espermatozoides. Por ello su capacidad para fecundar un óvulo y lograr que se produzca un embarazo es menor. 

Igual que sucede con los ovocitos, se produce una mayor proporción de alteraciones cromosómicas en los espermatozoides.

Ante los procesos fisiológicos no podemos hacer nada ya que son biológicamente naturales. Si bien, como te contamos en el artículo anterior, se pueden tomar determinadas medidas para facilitar el embarazo. En definitiva, se trata de mantener una vida sana para favorecer la fertilidad y evitar abortos espontáneos por una mala formación del embrión. Ser madre a partir de los 40 generalmente requiere que te cuides más.

Si estás sana y el embarazo se controla puede llegar a término en la mayoría de los casos. No obstante no se puede generalizar, por eso es importante estudiar el estado de salud de cada mujer y sus características individuales para valorar el riesgo.

Alimentarse de forma saludable y practicar ejercicio de forma regular tiene indudables efectos beneficiosos para la salud y el buen funcionamiento del organismo. Por otra parte, estos hábitos ayudan a reducir el estrés, mejoran el estado de ánimo y la calidad del sueño, tres elementos que favorecen la función reproductora.

Numerosos estudios científicos han demostrado que una buena alimentación y el ejercicio moderado ayudan a que el embarazo se desarrolle mucho mejor, tanto para la madre como para el bebé.

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