Una decisión vital para cualquier futura madre es elegir el lugar donde dar a luz y cómo hacerlo. Algunas veces, quizá por desconocimiento, no es algo que se plantean todas las mujeres. En muchas ocasiones se da por sentado que la única alternativa es el hospital más cercano y con sus propios protocolos de asistencia al parto. Y sí, esa es una opción, pero no la única. El parto natural respetado es una opción que te interesa conocer y saber que la tienes disponible.

Como te contábamos en otro artículo, tú eres la protagonista y quien debe decidir todo lo concerniente a tu embarazo y parto. Y para ello es fundamental que las futuras madres tengáis a vuestro alcance toda la información necesaria sobre las distintas alternativas que existen para dar a luz. 

Sólo si estás bien informada de los recursos disponibles podrás tomar una decisión verdaderamente libre y meditada.

Tú decides cómo quieres que sea tu parto, y este es el principio fundamental sobre el que se basa el parto natural respetado. Que como mujer te sientas empoderada y decidas sobre tu propio cuerpo, sobre la forma en que quieres llevar a cabo el trabajo de parto y dar a luz. 

Se han puesto muchos obstáculos para que la mujer pueda decidir cómo quiere vivir su experiencia de parto. Los rígidos protocolos estandarizados de los hospitales han hecho imposible que esto suceda.

Por ejemplo, colocar a la mujer en posición de litotomía, también llamada posición ginecológica o supina. Es la postura clásica en la que la mujer se tumba sobre su espalda con las piernas sobre los estribos de la camilla, sin tener en cuenta su comodidad y bienestar, tanto físico como emocional. A pesar de su práctica habitual, esta postura no es la más adecuada para que el feto descienda en el canal de parto durante el expulsivo. 

Por ello la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad y otras instituciones sanitarias recomiendan posiciones verticales, laterales y semisentadas. Y sobre todo, que la mujer tenga libertad de movimiento para adoptar la posición que más cómoda le resulte y alivie el dolor.

Dar a luz en el hospital es la opción más común. Tanto si es público como si es privado, es importante conocer de antemano las instalaciones del hospital. Saber si cuentan con las infraestructuras necesarias por si surgiera una complicación, como la unidad de cuidados intensivos neonatales y maternos. 

También es fundamental saber con qué profesionales cuenta, si tienen personal neonatólogo de guardia o anestesista, entre otros. 

Hay hospitales públicos y privados que por su reducido tamaño o presupuesto no disponen de estos servicios ni del personal necesario durante las 24 horas.

Además de los medios técnicos y profesionales conviene conocer la tasa de cesáreas, ya que esto puede decir mucho de un hospital. Tal y como recomienda la OMS, las cesáreas deben evitarse salvo que sea estrictamente necesario, puesto que se defienden los partos naturales y con la menor intervención posible. 

De la misma manera, recomienda que el uso de la anestesia epidural o cualquier otro método de alivio del dolor tiene que ser elegido por la madre y debe respetarse su decisión. 

Es importante conocer previamente los protocolos de actuación en la asistencia al parto de cada hospital y las alternativas que ofrecen a las futuras madres. 

Dentro de los hospitales públicos existen también muchas diferencias entre las opciones disponibles para las futuras madres. Los hay que se rigen por un procedimiento estricto para el parto y los hay más adaptados y flexibles, ofreciendo libertad de movimiento e incluso la posibilidad de dilatar y dar a luz en el agua.

Todas estas consideraciones son muy importantes a la hora de plantearte el tipo de parto que deseas y como quieres que te asistan: si quieres un parto natural respetado o por lo contrario prefieres dar a luz mediante un protocolo hospitalario.

En esta línea, algunos hospitales ofrecen la posibilidad de dar a luz en la misma habitación en la que se dilata. Sin necesidad de pasar por el paritorio y trasladar a la madre después del parto de nuevo a la habitación. Esta opción es cada vez más demandada por la comodidad que supone para la mujer. 

Entre estas alternativas que se van incorporando en los partos de bajo riesgo se incluyen las suites de maternidad o suites de parto. Se trata de habitaciones individuales que disponen de una bañera donde se puede dilatar y dar a luz. En estas suites de maternidad, puedes hacer el trabajo de parto y recuperarte después acompañada por las personas que quieras que estén contigo. 

Otro cambio importante tras dar a luz, es dejar al recién nacido junto a su madre. Respetando el contacto piel con piel entre ambos durante las primeras horas, en lugar de trasladarlo a la sala de recién nacidos.

Los hospitales que siguen un protocolo rígido y estandarizado no tienen en cuenta de la misma forma las necesidades de la mujer.

Sin embargo, lo más frecuente todavía en muchos hospitales sigue siendo ingresar a la mujer en una habitación compartida y trasladarla al paritorio cuando se estima que ha llegado el momento del parto. Los hospitales que siguen un protocolo rígido no tienen en cuenta de la misma forma las necesidades de la futura madre. Por el contrario, se basan en un procedimiento estándar orientado a facilitar el trabajo de los profesionales que asisten el parto. En este sistema prima la comodidad del personal a la de la propia mujer. 

Gracias a la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) amparada por la OMS y UNICEF, y el trabajo de muchas matronas, ginecólogas y pediatras, se están consiguiendo grandes progresos para madres y bebés.

En One to One te acompañamos en todas las etapas del embarazo. Te asesoramos y preparamos para que identifiques los síntomas propios de cada fase y los cuidados que debes mantener. Te ayudamos a mejorar tu confianza y seguridad para cuando llegue el momento del parto. 

Siguiendo la filosofía de nuestra Unidad de Parto Natural, basada en el respeto al curso natural del parto y a la voluntad de la madre, ponemos a tu disposición un entorno adecuado para que tengas plena libertad de movimiento en un espacio cómodo y seguro. 

Siempre acompañada por nuestro equipo de matronas, cuentas también con el respaldo de los servicios del Hospital Nuevo Belén si surgiera cualquier complicación.

En la Sala de Parto Natural puedes estar acompañada por quien tú quieras. Tienes a tu disposición lianas, silla de parto, balón de pilates y la bañera de parto natural. Puedes dilatar y dar a luz en el agua si lo deseas. 

Aunque optes por un parto natural, cuentas con recursos farmacológicos de alivio del dolor, como el entonox o la epidural, si los necesitas o cambias de opinión.

Para nosotros es esencial que el recién nacido permanezca con la madre siempre que sea posible. Por eso nada más nacer tu hijo lo dejamos junto a tu pecho piel con piel durante dos horas. Este momento es de vital importancia para la madre y el bebé, que inicia su primer contacto con el entorno exterior. Es un momento íntimo y especial entre madre e hijo.

Creemos en la importancia de que, como futura madre, estés bien informada sobre todas las alternativas de asistencia al parto para que puedas elegir cómo quieres que sea el tuyo.

Elige cómo quieres vivir una de las experiencias más importantes de tu vida.