Si hablar de sexo siempre fue tabú, más aun lo ha sido cuando se trataba de relaciones sexuales en el embarazo. Afortunadamente esto ha cambiado y a día de hoy estamos más predispuestas a hablar sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad con total naturalidad.
Resuelve tus dudas sobre cómo vivir la sexualidad durante la gestación. Comparte con tu ginecóloga tus inquietudes para que puedas recibir la información necesaria.
El sexo durante el embarazo
El cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios físicos y biológicos durante el embarazo que pueden afectar a su vida sexual. Pero no siempre sucede así ni el cambio tiene que ser necesariamente negativo.
Durante el embarazo muchas mujeres sieten el mismo deseo de mantener relaciones sexuales e incluso puede aumentar la libido. En cambio, otras mujeres pueden sentir todo lo contrario y perder o ver disminuido su deseo sexual. Si vives una u otra situación, cualquiera de ellas es normal y no es motivo de preocupación.
En estas situaciones es fundamental el apoyo de la pareja, encontrar su empatía y compresión. Se trata de una etapa muy especial para la futura madre y necesita sentirse arropada por su compañero o compañera. Y para ello la comunicación es esencial, no tengas reparo en expresar tus inquietudes y explicar cómo te sientes.
En el trascurso del embarazo se pueden mantener relaciones sexuales coitales siempre que no tengas contracciones o te lo desaconseje tu ginecóloga por encontrarte en alguna situación de riesgo.
Si después de mantener relaciones sexuales se produce sangrado, dolor adominal fuerte o pérdida de líquido amniótico, debes acudir a tu ginecóloga o al servicio de urgencias.
Efectos del embarazo en las relaciones sexuales
Hay estudios que señalan que las relaciones sexuales durante el embarazo son menos frecuentes y resultan menos satisfactorias para la mujer.
Una de las principales causas es el miedo de la pareja a que el feto sufra algún daño. Por ello es tan importante contar con la información necesaria. El bebé se encuentra protegido por los músculos del útero y por el líquido amniótico, por lo que el hecho de que mantengas relaciones sexuales con penetración no le afectará. Salvo en determinados casos de riesgo que veremos después, para los que estas prácticas sexuales no se recomiendan.
A nivel biológico es frecuente que la mujer sufra cansancio y molestias al inicio del embarazo que pueden contribuir a mermar la libido.
También es normal sentir hipersensibilidad en los pechos y en la zona genital, lo que puede hacer que las relaciones sean molestas o incluso dolorosas. Igualmente sucede con otros cambios que se producen en el cuerpo durante la gestación.
La hiperlaxitud del músculo pubo-coccígeo que se produce durante el embarazo también hace que las relaciones sexuales se vean afectadas. Se pueden minimizar o evitar estas molestias con ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel. Además, como hemos comentado en artículos anteriores, la práctica de estos ejercicios sirve de gran ayuda para afrontar el parto y el postparto.
Por otra parte, otro motivo por el que la mujer suele tener menor deseo sexual es debido a la percepción que tiene sobre su cuerpo durante la gestación.
Otro factor es que a medida que avanza el embarazo, afecta a la comodidad de la mujer y resulta más difícil encontrar una postura adecuada.
Las relaciones sexuales pueden ser plenamente satisfactorias en el embarazo
Por el contrario, otras mujeres sienten placer con más facilidad e intensidad debido al aumento del volumen de sangre en la zona de la pelvis.
No hay motivos hormonales que hagan disminuir el deseo sexual durante el embarazo. Si la mujer no padece ningún malestar, ya sea físico, biológico o psicológico, tampoco verá afectadas sus relaciones sexuales.
Durante el segundo trimestre también es frecuente recuperar el deseo sexual, una vez que desaparecen los síntomas que suelen darse al principio del embarazo. El crecimiento del feto en la medida que avanza la gestación condiciona las posturas, que deberán adaptarse para que resulten cómodas para la mujer.
No obstante, también hay muchas formas de disfrutar del sexo sin que haya penetración.
En la Estrategia sobre Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Sanidad se recomienda «informar sobre distintas formas de expresar o disfrutar la sexualidad adaptadas a las nuevas necesidades durante las distintas fases de la gestación, desde una perspectiva amplia y diversa de la vivencia de la sexualidad y explicar los cambios anatómicos habituales».
Circunstancias en las que se desaconseja mantener relaciones sexuales durante el embarazo
Durante el embarazo pueden darse determinadas circunstancias por las que no se recomienda el coito en las relaciones sexuales.
Si te encuentras en uno de estos casos tu especialista te explicará qué tipo de relaciones son seguras y las que no lo son. Se trata de situaciones en las que pueda encontrarse algún riesgo para el desarrollo normal del embarazo como:
- Cuando existe amenaza de aborto.
- Si existe riesgo de parto prematuro.
- Se produce sangrado vaginal.
- Si tienes contracciones.
- En caso de placenta previa, cuando la placenta cubre parcial o totalmente la abertura cervical.
- Cuando se produce pérdida de líquido amniótico.
- Cuando se han dado complicaciones en embarazos anteriores.
- Otros casos particulares que pueda considerar tu ginecóloga.
Lo que sí se puede practicar, y además resulta beneficioso para la mujer, es la realización de masaje perineal. Puede ser un buen momento para explorar otras alternativas sexuales que quizá no hayas practicado antes con tu pareja.
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