Si acabas de quedarte embarazada y eres madre primeriza seguro que te preguntarás lo que tienes que hacer a partir de ahora y qué pruebas necesitarás en el embarazo para comprobar que todo va bien y puedas estar más tranquila. 

Te contamos cuáles son las principales pruebas que te irán realizado a lo largo de tu embarazo.

Si querías quedarte embarazada, en primer lugar te damos la enhorabuena. Ahora sencillamente tienes que cuidarte más y mantener un seguimiento médico de tu embarazo en el que se incluirán una serie de pruebas para comprobar que todo marcha bien.

Entre las 8 y las 10 semanas se hace la primera visita de control, muy importante porque en ella te darán una serie de recomendaciones para seguir durante tu embarazo. En esta primera consulta se solicita la primera analítica y una ecografía. El objetivo es comprobar que tanto tú como el feto os encontráis en perfecto estado y prevenir o tratar cualquier problema si lo hubiera.

Generalmente se hace una ecografía por trimestre, por lo que te realizarán un mínimo de tres ecografías durante los nueve meses de gestación.

La frecuencia de las visitas dependerá del tipo de embarazo. Cuando se trata de embarazos de bajo y medio riesgo suele realizarse una visita de control al mes, en las que se controla el peso y la presión arterial. Sin embargo, en los embarazos de alto y muy alto riesgo las visitas serán más frecuentes y las pruebas solicitadas son más específicas, variando en función de la patología que se trate o la causa de riesgo. 

Según el caso tu médico valorará el seguimiento del embarazo más adecuado para ti.

Analítica sanguínea

Se realiza entre las 9 y 10 semanas. La analítica sirve para conocer el grupo sanguíneo y factor Rh, así como para detectar posibles anemias y comprobar el estado inmunitario frente a determinadas enfermedades infecciosas que podrían afectar al feto. Estas son las serologías que se comprueban en el primer análisis:

• Toxoplasmosis

Se trata de una enfermedad infecciosa originada por un protozoo que puede atravesar la placenta y afectar al feto. Esta prueba se realiza en la primera analítica y si el resultado es negativo se irá repitiendo en las analíticas posteriores.

El contagio puede producirse por el contacto con heces de gato, comer carnes crudas o poco cocidas contaminadas con el parásito y vegetales crudos. No obstante, un porcentaje muy elevado de mujeres ha generado anticuerpos o defensas contra el parásito porque ya la han pasado aunque no hayan mostrado síntomas. La infección puede prevenirse en más del 60% de los casos siguiendo una serie de normas higiénicas que te dará tu médico. 

• Rubéola

Es una enfermedad de la infancia que supone una grave amenaza para el feto si se contrae durante el embarazo.

La mayoría de mujeres ya han sido inmunizadas frente a esta enfermedad porque forma parte de la vacuna Triple vírica del calendario vacunal español. Lo recomendable es que las mujeres gestantes que no sean inmunes reciban esta vacuna después de dar a luz para estar inmunizadas en posibles futuros embarazos.

• Sífilis y SIDA

Ambas son infecciones de transmisión sexual que pueden afectar gravemente al desarrollo del feto. 

Si se detecta la enfermedad en la madre recibirá un tratamiento que reduce el riesgo tanto para ella como para su hijo.

Ecografía

La primera ecografía suele realizarse entre las semanas 12 y 13 del embarazo y permite detectar algunas alteraciones morfológicas. 

A partir de las medidas del embrión se puede calcular el día del embarazo y establecer la fecha orientativa del parto. En cada ecografía te darán un informe y una imagen de la misma si la quieres.

Cultivo de orina

Aunque no haya síntomas se realiza en la semana 16 para descartar una posible infección de orina que pueda afectar al feto.

Cribado bioquímico

Permite valorar el riesgo de que el embrión presente las alteraciones cromosómicas del Síndrome de Down y Síndrome de Edwards.

En caso de que el resultado sea de alto riesgo se pueden realizar otras pruebas diagnósticas como la amniocentesis o biopsia corial.

Ecografía morfológica de segundo trimestre 

Se realiza sobre la semana 20 de gestación. En ella se pueden ver y valorar el estado de los órganos del feto, la placenta y el líquido amniótico.

Para entonces la mayoría de los órganos ya están formados, por lo que si se detecta algún defecto se pueden hacer ecografías más específicas. Por ejemplo se puede realizar un ecocardiograma, que es una ecografía específica del corazón del feto; o una neurosonografía, que es una ecografía específica de las estructuras craneales.

Analítica sanguínea

Esta se realiza sobre la semana 25 del embarazo. Con ella se obtienen datos sobre la Hepatitis B, una enfermedad de transmisión sexual o contacto sanguíneo, además de otros resultados que ofrece la muestra sanguínea. 

Test de O’ Sullivan

Esta prueba sirve para ver cómo reacciona el cuerpo ante el azúcar. Se toma una bebida dulce y pasada una hora sin ingerir nada más se extrae sangre. 

Si el resultado sale alterado se programa la prueba de la Curva de Tolerancia Oral a la glucosa para otra fecha. 

Curva de Tolerancia a la Glucosa

Consiste en una dieta rica en hidratos de carbono, los tres días previos a esta prueba. Para hacer la prueba es necesario estar en ayunas. Se realiza una primera extracción de sangre, posteriormente se toma una bebida dulce concentrada, y a cotización se hacen tres extracciones más con un espacio de una hora entre cada una de ellas. 

Al igual que en el caso anterior, no se puede comer nada mientras dura la prueba para evitar que se alteren los valores de los análisis.

Gamma-globulina Anti-D

Se administra sobre la semana 28 de embarazo si el grupo sanguíneo es negativo. Cuando nace el bebé se vuelve a recibir una dosis de Gamma-globulina Anti-D si su grupo sanguíneo es positivo.

Analítica sanguínea

Se realiza sobre la semana 32 del embarazo. Entre otras cosas, se vigila el estado de la coagulación, que es muy importante para el parto.

Ecografía

Esta ecografía, que se hace sobre la semana 34 de gestación, es muy útil para valorar el crecimiento del bebé, su posición y la cantidad de líquido amniótico.

Cultivo vaginal y rectal

Esta prueba se realiza sobre la semana 36 y sirve para detectar el Estreptococo Agalactiae. Se trata de un microorganismo que, de estar presente en el canal del parto, puede afectar a la salud del bebé. Se adquiere al nacer y para evitarlo se administra antibiótico a la madre el día del parto.

Si el resultado es negativo se repite la prueba a las cuatro semanas si no ha nacido el bebé.

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