El parto de nalgas es una de las posiciones menos comunes que puede adoptar un bebé antes del nacimiento, y sucede cuando el bebé se encuentra con las nalgas o los pies hacia abajo en lugar de la cabeza, que es la presentación habitual.
Aunque el parto de nalgas puede presentarse en el último trimestre del embarazo, la mayoría de los bebés logran girarse por sí mismos antes del parto. Sin embargo, cuando esto no sucede, el parto de nalgas requiere un manejo especial para garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.
A continuación te ofrecemos qué es el parto de nalgas, sus tipos, los riesgos asociados y las opciones disponibles para las madres que enfrentan esta situación.
¿Qué es el Parto de Nalgas?
Un parto de nalgas ocurre cuando el bebé no se coloca en la posición cefálica (cabeza hacia abajo) para el parto, sino que está en una presentación pélvica, lo que significa que las nalgas o los pies del bebé son los que primero descienden por el canal de parto. En circunstancias normales, la mayoría de los bebés se colocan en posición cefálica hacia la semana 36 de gestación.
Tipos de Parto de Nalgas
Existen tres tipos principales de presentación de nalgas:
- Nalgas completas: el bebé se encuentra con las piernas cruzadas y las nalgas apuntando hacia abajo, como si estuviera sentado con las piernas dobladas.
- Nalgas incompletas o nalgas francas: las nalgas del bebé están hacia abajo y las piernas estiradas hacia arriba frente a su cuerpo. Este es el tipo más común de parto de nalgas.
- Presentación de pies (podálica): uno o ambos pies del bebé apuntan hacia abajo y pueden salir primero. Esta es la presentación menos común y la más riesgosa.
Causas del Parto de Nalgas
Hay varios factores que pueden contribuir a que el bebé no se gire en la posición correcta antes del parto, algunos de ellos incluyen:
- Bebé prematuro: los bebés prematuros son más propensos a estar en una presentación de nalgas ya que tienen más espacio para moverse y aún no han asumido la posición final.
- Liquido amniótico excesivo o insuficiente: un nivel inadecuado de líquido amniótico puede dificultar que el bebé se gire.
- Anomalías uterinas: las formas inusuales del útero, como los úteros bicorne o septados, pueden impedir que el bebé se coloque correctamente.
- Embarazo múltiple: en los embarazos de gemelos o más, es común que uno o más bebés adopten una posición de nalgas debido al espacio limitado.
- Placenta previa: si la placenta está en una posición baja en el útero, es decir, placenta previa, puede dificultar que el bebé se coloque en la posición correcta.
Opciones para el Parto de Nalgas
Cuando el bebé se encuentra en presentación de nalgas en las últimas semanas del embarazo, hay varias opciones disponibles para las madres, dependiendo de su situación y del criterio médico. A continuación, describimos algunas de las opciones más comunes.
1. Versión Cefálica Externa (VCE)
La versión cefálica externa (VCE) es un procedimiento en el que un obstetra intenta girar al bebé desde el exterior del abdomen de la madre para colocarlo en la posición correcta antes del parto. Este procedimiento se suele realizar entre la semana 36 y 38 de embarazo y tiene una tasa de éxito del 50% al 60%.
Durante la VCE, el médico utiliza sus manos para aplicar presión sobre el abdomen de la madre y hacer que el bebé gire en el útero. Se realiza bajo control ecográfico para garantizar la seguridad del bebé y se puede usar medicación para relajar el útero y facilitar el procedimiento. Aunque es un procedimiento relativamente seguro, puede ser incómodo y no siempre es efectivo, ya que algunos bebés vuelven a colocarse en posición de nalgas.
2. Parto Vaginal de Nalgas
En algunos casos, es posible realizar un parto vaginal de nalgas, aunque no es la opción más común. El parto vaginal puede ser una opción segura si el bebé está en una posición de nalgas francas, no hay signos de sufrimiento fetal y la madre tiene una pelvis lo suficientemente amplia para permitir el paso del bebé.
Este tipo de parto requiere la supervisión de un equipo médico experimentado en partos de nalgas. El riesgo de complicaciones es mayor que en los partos cefálicos, ya que la cabeza del bebé es la parte más grande y puede quedar atascada durante el parto. Además, existe un mayor riesgo de sufrimiento fetal.
3. Cesárea Programada
En la mayoría de los casos, se recomienda una cesárea programada para un parto de nalgas, especialmente si el bebé está en una presentación de pies o si la madre tiene factores de riesgo que complican el parto vaginal. La cesárea reduce significativamente los riesgos asociados con el parto de nalgas, como la compresión del cordón umbilical y la falta de oxígeno al bebé.
El riesgo de complicaciones para la madre es mayor con una cesárea que con un parto vaginal, pero en un parto de nalgas, la cesárea a menudo se considera la opción más segura para el bebé.
Riesgos Asociados con el Parto de Nalgas
El parto de nalgas, ya sea vaginal o por cesárea, conlleva ciertos riesgos que deben ser considerados cuidadosamente tanto por los padres como por los profesionales médicos. A continuación, se detallan algunos de los principales riesgos:
Lesiones en el Bebé
Uno de los riesgos principales del parto vaginal de nalgas es que la cabeza del bebé puede quedar atascada después de que el resto del cuerpo ha salido. Esto puede llevar a una compresión del cordón umbilical, lo que puede reducir el flujo de oxígeno al bebé y causar complicaciones. Además, el parto de nalgas puede aumentar el riesgo de lesiones en los nervios del cuello y la médula espinal del bebé.
Sufrimiento Fetal
Puede aumentar el riesgo de sufrimiento fetal, ya que el cordón umbilical puede quedar comprimido durante el parto, lo que reduce el suministro de oxígeno al bebé.
Mayor Riesgo de Cesárea
Incluso cuando se planifica un parto vaginal, muchas madres con bebés en posición de nalgas terminan teniendo una cesárea de emergencia si el parto no progresa adecuadamente o si el bebé muestra signos de sufrimiento.
TOMA MEDIDAS
El parto de nalgas es una situación menos común, pero no por ello menos importante. Es esencial que las madres y los profesionales médicos comprendan las opciones disponibles y los riesgos asociados con esta presentación para tomar decisiones informadas. Desde la versión cefálica externa hasta la cesárea programada, cada opción tiene sus pros y contras.
Si estás embarazada y tu bebé está en posición de nalgas, es fundamental hablar con tu médico sobre las opciones más seguras para ti y tu bebé. Recuerda que, aunque el parto de nalgas puede conllevar ciertos riesgos, con una atención adecuada y un equipo médico experimentado, es posible llevar a cabo un parto exitoso y seguro.